En lo laboral, fue docente en los colegios Teófilo Benítez Gil de Usquil
(1986) y Claretiano (1989-1997), y en el Instituto Superior Pedagógico Santo
Tomás de Aquino (1998-1999). Ha trabajado como sacerdote en Usquil (1986) y
Quiruvilca (1987-1988), Vicario Parroquial de Nuestra Señora del Perpetuo
Socorro de las Quintanas (1988), Párroco en Huanchaco (1991-1992) y San Lorenzo
(2002), Capellán del Colegio Hermanos Blanco (1991-2002), del Asilo de Ancianos
Hogar San José (1992-1996) y del Colegio la Asunción (2003-2004). Capellán de
la Iglesia Santa Rosa del Centro Cívico de Trujillo desde el 8 de diciembre de
1988 hasta la fecha.
Su formación doctrinal inicia en el movimiento “Cruzados de Fátima” al que
ingresó el 20 de mayo de 1975 invitado por su ‘compañero de carpeta’ Pablo
Tarrillo, y que asesoraba el sacerdote Javier Amorós Ortiz. Desde el 9 de
octubre de 1976, orientado por su asesor, visitaba todos los fines de semana a
los niños de la barriada ‘San Sebastián’ y compartía sus carencias y sufría sus
penurias. A sus 17 años, decidió consagrarse a Dios y a la Iglesia, haciendo
suyos los sueños de una sociedad más humana y equitativa. Su formación
sacerdotal duró siete años en el Seminario Mayor San Carlos y San Marcelo de
Moche (1979-1985) y su Ordenación Sacerdotal fue en la Arquidiócesis de
Trujillo el 8 de diciembre de 1987.
Junto a las actividades propias
de su Ministerio, el Padre Víctor Hugo Tumba ha realizado proyectos y
actividades educativas y como escritor. Fundador y presidente de la asociación
sin fines de lucro “Corporación de Educación Popular” (29 de octubre del 2002),
Promotor y Director de la Institución Educativa Privada Gratuita “Corporación
de Educación Popular” (21 marzo 2005). Autor de cuatro libros: “El Perú nuestro
de cada día” (2003), “Educamos para un mundo mejor” (2007), “Sólo la educación
salvará al Perú” (2009) y “Una tesis aplicada para un mundo mejor” (2014). Fue
Director de la página dominical de religión del diario La Industria
(2000-2008), miembro del Club de Prensa de Trujillo desde el 2003, miembro del
Instituto de Estudios Vallejianos desde el 2004 y su Presidente desde noviembre
del 2017 e integrante de la Dirección de Ética en Investigación (DEI) de la
Universidad Nacional de Trujillo, septiembre 2015.
Su libro “Una tesis aplicada para un mundo mejor” revalida la aplicación de
su tesis doctoral con aquellos ideales de juventud, en el proyecto gratuito y
autogestionario “Corporación de Educación Popular” (CEP) desde el 14 de marzo
del 2005; Y más aún, luego de catorce años de su ejecución, ratifica, con su
experiencia, que Jesucristo no se equivocó y lo que él hizo se puede realizar
hoy. Y que “si él estaría aquí volvería a
servir y a orar con los preferidos de su Reino: enseñando, curando y
alimentando a los más pobres sin cobrar una pensión, sin pedir un estipendio,
sin exigir un salario y sin poner una tarifa. Y repetiría la ‘multiplicación de
los panes y de los peces’ para saciar a las nuevas multitudes.”
El libro recapitula como pequeños ensayos sus creencias y convicciones y su
esencia metafísica, existencial y humanista: “Por la liberación de Paco Yunque
desde la pedagogía del oprimido”; inicia con el reconocimiento de “La Iglesia
de los pobres” y “El cristianismo de Cristo”; continua con el sustento filosófico
vallejiano: “Paco Yunque y la pedagogía del oprimido”, “No hagan con mis
hermanos lo que hicieron conmigo”, “La misa de los vallejianos” y “Vallejo y
ese 15 de abril”; para seguir con el análisis de la realidad nacional: “El Perú
nuestro de cada día” y “Una opción de principios”; luego, el propósito central:
“Educamos para un mundo mejor” y “Sólo la educación salvará al Perú”;
terminando con la realización y confirmación de “Una escuela de amor y
solidaridad” con su formación espiritual, sus objetivos y reportajes.
Con este libro y el proyecto CEP, quiere rescatar los fundamentos más
radicales del evangelio como lo hicieron Francisco de Asís, Mahatma Gandhi,
Óscar Romero, Luther King, Jerzy Popieluszko, Giussepe Moscati y Teresa de
Calcuta. Y como Capellán de la Iglesia Santa Rosa, donde ejerce su ministerio
desde 1988, reafirma sus anhelos de
justicia social en la que siempre ha creído; lo que le permite celebrar y
regocijarse con las disposiciones innovadoras, urgentes y trascendentes de
Francisco, el papa latinoamericano.
Uno de sus más gratos recuerdos es la Misa multitudinaria del Papa Juan
Pablo II en Trujillo el 4 de febrero de 1985 en la que participó muy cerca de
él y recibió de sus manos un rosario como regalo eterno y mejor plegaria para toda
la vida.
Por su destacada labor le concedieron el ‘Premio Ser Solidario 2011’, el
primero que entregó la ONG Círculo Solidario. El 18 de julio del 2012, recibió
reconocimiento del Congreso de la República. El 29 de diciembre del 2015 y 2016 obtuvo reconocimientos
por la Municipalidad Provincial de Trujillo.
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